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El alcohol es una de las drogas que más se consume en todo el mundo, pero algunos científicos la consideran una de las más peligrosas.
Sus diversos efectos tóxicos pueden dañar la salud a largo plazo y sus efectos sobre el cerebro a corto plazo son impresionantes.
Pero ¿qué efectos tiene el alcohol en el cerebro?
Depresor
A los cinco minutos de beber, el etanol ralentiza el paso de señales entre las neuronas: actúa como sedante o depresor.
«Me relaja...».
«Me siento mucho más relajado...».
«Me deja tranquilo».
«...relajado...».
Prolonga el tiempo de reacción, afecta al control motor y produce diversos efectos secundarios.
Equilibrio y control muscular atenuados
Falta de criterio
Dificultad para hablar
Visión borrosa
Afecta al estado de ánimo
Dopamina
Serotonina
El alcohol también actúa sobre dos sustancias cerebrales: la dopamina y la serotonina.
Las dos afectan al estado de ánimo y producen sensaciones de placer.
«Me hacía sentir bien».
«Me siento atrevida...».
«Muy extrovertida..."
Adictivo
El consumo excesivo comienza a activar los mismos sistemas cerebrales que activan drogas más potentes, como la heroína.
«Te hace sentir muy animado, te hace sentir que todo es posible».
«Porque crees que puedes conquistar el mundo, creo que es eso».
«Es por la confianza».
En algunas personas puede provocar adicción al alcohol, conductas destructivas y dependencia.
Anestésico
El alcohol también actúa como anestésico, porque apaga partes del cerebro. Una dosis demasiado alta puede provocar una parada respiratoria.
Una inyección de solo 29 mililitros de alcohol puro es mortal.
Pero incluso en cantidades mucho menores, el alcohol mata neuronas y provoca pérdidas de memoria.
Se cree que el alcohol afecta especialmente al cerebro adolescente.
Dra. Linda Spear, universidad estatal de Nueva York, EE.UU. - «Hay zonas del cerebro adolescente que son más sensibles al alcohol y otras menos que en los adultos. Y entre las zonas que parecen más sensibles al alcohol se encuentran las regiones más importantes para el aprendizaje y la memoria. Los adolescentes son muy sensibles a los problemas de memoria inducidos por el alcohol».
Así que los adolescentes pueden aguantar más la bebida sin sentir o mostrar los obvios efectos de la intoxicación etílica, pero son más sensibles a las lesiones cerebrales que los adultos.